Hoy en día la gran mayoría de las fábricas cuentan con sistemas de tratamiento de aire comprimido, pero hay que destacar la importancia de comprender y optimizar este tipo de sistema en los procesos industriales. Es crucial asegurarse de que el aire comprimido esté debidamente preparado y tratado para garantizar un rendimiento óptimo de los equipos neumáticos. ¿Cómo se hace esto?
No hay una respuesta sencilla a esta pregunta. La calidad del aire dependerá de un sinfín de variables pero podemos decir que este tratamiento es la base del funcionamiento fiable de cualquier sistema neumático.
El aire comprimido contiene partículas, aceite y humedad que afectan negativamente en el rendimiento y vida útil de los componentes de un sistema neumático. Estos factores pueden causar un deterioro de la lubricación, obstrucción de orificios de paso, fallos mecánicos internos, saturación de filtros, etc.
Es crucial prestar atención a la calidad del sistema, además de prevenir lo anterior, puede generar ahorros significativos en costos, reducir la huella de carbono de la empresa y mejorar las condiciones higiénicas del entorno de uso. Por esta razón, es fundamental contar con marcas expertas como SMC y con proveedores fiables como Roeirasa.
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